martes, 13 de enero de 2009

UNA GUERRA PERDIDA

Nuestro país sufrió en el año 2008  uno de los años mas difíciles en materia de violencia e inseguridad, se registraron mas de 5000 muertes  relacionadas con el narcotráfico el cual se ha vuelo el principal problema al que se ha enfrentado el gobierno federal.

 

Ante la declaración de guerra  que le hizo el Presidente Felipe Calderón al narcotráfico al iniciar su administración,  los niveles  de violencia y sobre todo de la crueldad de los métodos  utilizados por los narcotraficantes ha ido en aumento, todos los días nos levantamos con la noticia de nuevos   y salvajes crímenes cometidos en contra de los mismos miembros del crimen organizado, autoridades corruptas o que se negaron a corromperse e incluso personas inocentes.

 

Ante este escenario  es importante el preguntarnos si esta estrategia ha sido la mas adecuada ante los escasos y pobres resultados que ha arrojado; las instituciones de procuración de justicia  se ven desgastadas mientras que  los grupos criminales aunque son mermados en sus estructuras no ven afectados sus cimientos ya que por cada capo de la droga que es capturado, existen muchos mas que buscan ocupar su lugar.

 

Ahora bien  el narcotráfico no es un fenómeno nuevo y sin embargo  es justo ahora cuando muestra su verdadera cara,  ¿a que se debe esto? Bueno la respuesta es fácil pero  casi nadie se atreve a indagar en ella, CORRUPCION, los gobiernos priistas principalmente  negociaban  con los grupos de narcotraficantes el no ser perseguidos por la justicia a cambio de mantener en “paz” al país,  y al  terminarse estas prerrogativas y ver que  su “negocio” ahora si iba a verse afectado decidieron  atacar con todo su poder principalmente de intimidación al Estado mexicano, en pocas palabras “dejaron crecer al monstruo y ahora que parece invencible quieren derrotarlo”.

 

Esto ha generado  un clima de incertidumbre  entre la sociedad civil de nuestro país,  lo que incluso ha generado marchas en contra de esta inseguridad y movilizaciones  civiles a lo largo y ancho de la república mexicana, sin embargo ni las acciones del gobierno ni la aunque muy incipiente presión  por parte de la sociedad  ha tenido repercusiones en los índices de violencia los que muy al contrario han aumentado; esto nos deja en la disyuntiva ante que hacer y como buscar  una posible  solución a este conflicto.

 

El consumo de drogas ilícitas en nuestro país ha ido en aumento  y ha dejado de ser solo una ruta de paso para convertirse en un consumidor muy importante solo después de  los Estados Unidos y Brasil en nuestro continente; ante todo esto  la solución a la problemática de las drogas y la violencia que su producción, transporte y venta conlleva solo nos deja dos ventanas, por una parte o se elimina a los consumidores o se elimina el marco de ilegalidad en que se dan estas acciones.

 

Estos con temor a equivocarme son las dos vías mas apropiadas en las que se podría combatir desde una perspectiva  diferente ya que tenemos  mucho tiempo utilizando el mismo método para combatirlas y no se han visto avances.

 

Partamos de un hecho que es bastante claro, el narcotráfico es solo la punta del iceberg, es solo la parte mas visible del  problema en si, que es y por mucho mas complejo y profundo, el narcotráfico se origina de la adicción a las drogas por parte de los consumidores, y esta adicción a final de cuentas es un problema social y un problema de salud mas que un problema de carácter jurídico o penal,  en los discursos de las autoridades así como en sus planes de lucha contra el narco nunca se ha mencionado  atacar  al consumo de una manera enérgica y pensada (mas allá de los pseudoprogarmas de prevención que parecen elaborados  por personas con nulo conocimiento del tema) o generar programas de salud que realmente se enfoquen a una verdadera  rehabilitación de los consumidores.

 

Al hablar de una despenalización de las drogas se toca un punto muy delicado  del que nadie quiere hablar, debido en primer termino a la “estrecha” relación que tenemos de  con nuestro vecino del norte que se ha negado de manera contundente a  mencionar siquiera este tema (aunque son el principal consumidor a nivel mundial) y  también a la doble moral que la sociedad maneja en nuestro país, seamos honestos todos conocemos a alguien que ha consumido drogas o incluso alguno de nosotros lo ha hecho por lo que ilegales ilegales  no son tanto, todos sabemos quien  ha consumido e incluso quien la vende  y nos hacemos  los ciegos (algo llamado también ceguera consiente); pero si se nos habla de  despenalización  nos espantamos  y pegamos en grito en el cielo, yo me referiría no tanto a despenalizar, mas bien a REGULAR, por ejemplo el alcohol y el tabaco, son drogas a fin de cuentas y no sol legales ya que  no cualquiera las puede comprar y consumir (en teoría), están reguladas  para que solo ciertas personas y en ciertos establecimientos  puedan ser adquiridas, ¿se podría hacer lo mismo con las drogas ilegales? que es mejor, que la compre en una narcotiendita un chavo de secundaria o que solo los mayores de 21 años lo hagan y solo en lugares regulados. Se que  pensaran que esto no acabaría con todos los problemas y es probable sin embargo si disminuiría en gran medida  los niveles de violencia que tenemos actualmente y ante los cuales lamentablemente hemos perdido la capacidad de asombro; el consumo de drogas debe de verse como un problema que abarca muchos  aspectos, desde los de salud publica hasta la fragilidad del tejido social en que se dan donde las relaciones personales y familiares de nuestros jóvenes son cada vez mas incipientes  e inclusive por un aspecto agrario ya que por mas increíble que parezca es mas fácil para un campesino sembrar droga que conseguir apoyo por parte del gobierno para salir delante de manera legal.

 

 

En fin la lucha contra el narco se esta perdiendo y de manera muy clara,  si se sigue con este camino el panorama es muy sombrío, tanto los narcos como ahora las fuerzas de seguridad han aumentado su poder de fuego y se han adentrado en las áreas urbanas en sus combates lo que nos esta llevando a una verdadera guerra de guerrillas, solo basta recordar el hecho de que en Mérida los policías tendrán la autorización de llevar dos granadas de fragmentación….. en que manos se ponen esas armas, en manos inexpertas y poco capacitadas, vaya que se esta volviendo esto en una verdadera guerra, es un hecho que se han aumentado  los recursos y la intensidad de la represión para tratar de  los males que este fenómeno conlleva  pero lo cierto es que la oferta y la demanda han aumentado, la salida debe de buscarse  en nuevas alternativas y visiones que vayan mas alla de la cerrada visión con la que actualmente se busca solucionar  y que exige nuevas alternativas  ahora que estamos al borde del precipicio.

 

 

 

 

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